Preparamos EN CASA el 4º domingo de PASCUA
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DOMINGO DEL BUEN PASTOR
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Escuchamos la CATEQUESIS DEL P.JUSTINO en la grabación de la Misa celebrada en nuestro templo unos años atrás...
Recordamos la PALABRA DE JESÚS y conversamos entre nosotros:
¿Qué es para nosotros un "pastor"?
¿Por qué Jesús se da a sí mismo el titulo de "pastor" ?
¿En qué se nota que somos ovejas de su rebaño?
En el Antiguo Testamento se nos presenta a Dios como Pastor del
pueblo de Israel. Hoy Jesús se llama a sí mismo el "Buen Pastor" y por
tres veces repite cuál es la característica fundamental del verdadero
pastor: dar la propia vida por las ovejas.
El pastor conoce a sus ovejas y las ovejas le conocen a él: ¡qué hermoso
y consolador es saber que Jesús nos conoce uno por uno, que no somos
anónimos para El, que nuestro nombre lo conoce El! ¡No somos "masa",
"multitud", para Jesús! ¡Somos personas individuales con un valor
eterno!
El pastor apacienta a sus ovejas y las conduce a pastos frescos y
abundantes. Jesús nos da la "gracia", o sea, la vida divina, por medio del
bautismo y de los otros sacramentos.
El pastor defiende a sus ovejas. Jesús, con la luz de su palabra divina y
con la fuerza de su espíritu forma nuestra mente, fortalece nuestra
voluntad, purifica los sentimientos y así defiende y salva de tantas
experiencias dolorosas y dramáticas.
Este domingo la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones .
Digamos la siguiente frase: El Buen Pastor ama a sus ovejas y Jesús me ama
a mí.
La repetiremos después de recitar cada una de las estrofas del Salmo 23 (22)
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.
TODOS: El Buen Pastor ama a sus ovejas y Jesús me ama a mí. Me guía por el sendero justo, por
el honor de su nombre. Aunque
camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me
sosiegan.
TODOS: El Buen Pastor ama a sus
ovejas y Jesús me ama a mí. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos; me
unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
TODOS: El Buen Pastor ama a sus ovejas y Jesús me ama a mí.