Martes 11ª semana DA - Mt 5 43-48
Martirologio y efemérides latinoamericanos: 15.6.1952: Víctor Sanabria, arzobispo de San José de Costa Rica, fundador de la Acción Católica, defensor de la justicia social, símbolo de una Iglesia abierta a los problemas sociales.
15.6.1989: Teodoro Santos Mejía, sacerdote, Perú.
El libro del Levítico ordenaba: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo" (Lev 19,18). Era la síntesis del amor al propio clan, a la propia tribu y el odio al que puede hacer daño a la propia familia tribal. Era un mundo pequeño todavía. El odio es un dinamismo terrible contra el que no es de nuestro propio pueblo y tenemos que defendernos con las mismas armas. Era un mecanismo de supervivencia, no de construcción de una nueva sociedad de gente incluida y de pueblos hermanos.
Jesús, en el comentario que hace a las Bienaventuranzas, trata de poner en diálogo las leyes del Primer testamento con esta nueva ley de la buena noticia del reino. Aquí está la novedad. Aquí está la verdadera identidad de los hijos e hijas de Dios. Nuestra identidad de hijos de Dios no está en las prácticas rituales, ni en las doctrinas teológicas sino en el amor a los enemigos. Esta es la gozosa locura del evangelio.
1. El problema mas fuerte, que tenemos que resolver los humanos, es el del resentimiento y el odio a quienes pensamos y sentimos que son nuestros enemigos.
Y es este el problema mas fuerte porque del odio se alimenta la violencia, hasta hacer imposible la convivencia.
Jesús vio que lo mas importante y urgente es humanizar este mundo, por eso tenía que afrontar de forma directa y fuerte el problema del odio.
Y en esto, ya vemos que Jesús no se anduvo con medias tintas. Jesús fue radical. Por la fuerza de nuestras convicciones evangélicas, tenemos que modificar lo que haya de odio en amor y bondad. Esto es central en el proyecto de Jesús. Hasta el extremo de que sin esto no podemos ser cristianos.
2. Las formulas de Jesús son terminantes: "amar"-"enemigos", "hacer el bien-los que odian", "bendecir-los que maldicen", "orar-los que persiguen". Son proposiciones radicalmente contrapuestas. Además, Jesús advierte que esta forma de conducta es la que nos hace "hijos de Dios": "para que sean hijos de su Padre del cielo" (Mt 5, 45).
Este principio es tan necesario y tan básico, que ya estaba en la filosofía griega. especialmente en el pensamiento platónico y estoico. En esto se centraba la "philanthropios" como concepto ético indispensable para ser imago Dei (el amor al ser humano como imagen de Dios). Nunca nos deberíamos cansar de repetir y repetirnos a nosotros mismos que no es la religión y sus rituales lo que nos acerca a Dios, sino la conducta ética del amor y la bondad.
3. Como motivación para superar la natural resistencia a esta forma de conducta (poco frecuente), Jesús apela al ejemplo del Padre. Dios no hace distinciones. Ni trata mejor a los buenos que a los malos. Si -según las creencias- Dios se porta así, la conducta del creyente tiene que ser un calco del comportamiento de Dios con todos los seres humanos. Y conste que este precepto no es uno entre otros. sino que es el centro y la cima de todos los mandamientos que Dios nos puede imponer y por el que nos parecemos al Padre. Además, un amor así desarma todas las violencias imaginables.