Querid@ explorador/a:

Qué bien poder escribirte de nuevo. Se ve que no te quedaste en la resignación ante la dureza de esta aventura que ya se va alargando en el tiempo y que va dejando agujetas en el corazón. Pero ánimo, el archipiélago de las islas Cuaresmales te llevará hacia la magia de la Pascua, hacia la vida con mayúsculas. Así que... ¡a por otra isla!

La isla de hoy es una de las más deseadas. Al llegar te pondrán una pulsera VIP que te permitirá entrar en cualquier establecimiento y se te darán de manera gratuita los servicios o productos que pidas. Eso sí, tendrás solo 18 horas antes de volver a la barca con el Sr. Celemín. Si no llegas puntual te quedarás en esta isla para siempre: sin tu gente querida pero, eso sí, a cambio tendrás la pulsera VIP para siempre.

¿Irás a un spa? ¿Un restaurante argentino? ¿Una pastelería suiza? ¿Una cafetería colombiana? ¿Acaso irás de compras a tiendas de ropa o joyerías? ¿Un buen cóctel? ¿Quizás una tienda de móviles y tecnología? ¿Al cine o teatro? ¿Quizás irías a un hotel a dormir en una cama súper cómoda? ¿Un masaje?

Sin embargo, la pregunta de fondo sería: ¿volverías a la barca con el Sr. Celemín para seguir tu recorrido por las islas de las tentaciones y acompañar a Jesús en su Pasión y volver con tu familia, amigos, comunidad...? ¿O, quizás, esa pulsera VIP llena tus deseos y crees que debes permanecer para siempre en la isla?

Ojalá mañana pueda escribirte una nueva carta, pero ya te digo que en esta isla encontrarás a algunas personas que nunca consiguieron salir del tener, poseer, dinero, comodidades... Y, sinceramente, ¡qué apetitosa es la isla! Quizás el mejor modo de vencer la avaricia es reconocer que nos gusta tener cosas y adquirir bienes para disfrutarlos... y, en ocasiones, tener más que los demás, y exhibirlo. No es sencillo el desapego, por eso... la posesión es una tentación.

Creo que es fácil comprender, por tanto, el nombre de esta isla. "Topamí", es "todo para mí", indicando la paradoja que se da en el ser humano: cuanto más tiene uno, más quiere... y, a veces, menos comparte. ¿Paradoja? ¿O quizás simplemente la tendencia a colmar en vano la inseguridad del propio corazón a base de riquezas?

Mucho ánimo y... EUNTES. Antonio Explorer

Reflexión

P. Evaristo nos propone una reflexión sobre la tentación de vivir desde el materialismo, la codicia y la avaricia, en definitiva, desde la esclavitud del poseer y el olvido del ser.

Propuesta orante

Paso 1.Busca un lugar tranquilo y si puedes encender una vela cerca de ti, mucho mejor.

Paso 2. Escucha este relato del evangelio:

Cuando hacemos planes de futuro desde claves caducas o ponemos nuestra confianza en el dinero o en la obtención de bienes materiales, puede ocurrir que estemos vendiendo lo mejor de nosotros mismos por algo que, en el fondo, no merezca tanto la pena.

Paso 3. En la isla de hoy oraremos con las siguientes imágenes:

Paso 5. Plegaria final

Señor, hoy vengo a pedirte libertad para mi corazón, libertad para mi deseo, para mis afectos.Cuando pienso en el futuro me da por pensar que con una jugosa cuenta corriente bancaria o con un trabajo bien remunerado o con una casa estupenda y acomodada, mi corazón será feliz.

Sin embargo, en el fondo sé que Tú me invitas a buscar el reino de Dios, pues lo demás me vendrá por añadidura.

Me llamas a buscar la justicia y la paz, la concordia y la amistad, el cuidado por la naturaleza y mis hermanos, la lucha a favor de los empobrecidos y de quienes están al borde de la exclusión.

Oh, Señor, que comprenda que "la avaricia rompe el saco", que la codicia me seca por dentro, que el afecto desordenado por el dinero lleva a la locura y, sobre todo, que tú eres quien puede darme la libertad del corazón. Eso te pido hoy. Amén.