Isla “Kardasiana"
Exclusivismo: ¿excluye o nos autoexcluye?
Querid@ amig@ explorador/a 20:
La isla de hoy es una de las más célebres, preciosas, deslumbrantes... aunque menos visitadas. De hecho, para que el Sr. Celemín pueda llevarte hoy, ha tenido que ponerse sus mejores galas... y es que no se permite la entrada a nadie que no sea VIP (very important person = persona muy importante). Por eso, hoy toma el pasaporte que viene sellado con VIP.
Esta isla es tan exclusiva que los habitantes la han bautizado con el apellido del famoso clan "Kardashian". Los habitantes se consideran de otro nivel por lo que miran por encima del hombro a casi cualquier persona. Este modo de vida les lleva a gastar demasiada energía y dinero en mantener un nivel de apariencia exquisito. Y poca gente sabe - pero el Sr. Celemín me lo ha dicho- gastan una cantidad ingente de dinero en seguridad: no quieren que nadie que no sea de su nivel llegue a la isla. Tienen miedo de la mediocridad social... ¿o a otras cosas?
La verdad es que esta tentación se puede aplicar también a ciertos ámbitos de la Iglesia y de nuestras vidas personales. El elitismo no siempre tiene que ver con el dinero. Basta con pensar en qué nos apoyamos nosotros para mirar a los demás por encima del hombro, qué es aquello que nos hace considerarnos mejor que otros.
¿Nuestra religiosidad? ¿Profundidad espiritual? ¿Formación teológica? ¿Cursillos, doctorados, ejercicios espirituales...? ¿Nuestro comportamiento ético? ¿Soy mejor yo que voy a misa semanalmente que otros que apenas pisan la parroquia? ¿Qué es aquello que te hace exclusivo? ¿Por qué la Iglesia a veces seguimos dando la imagen de ser una "sociedad perfecta"? ¿Cuándo nos identificaremos más bien con la familia de Nazaret o con el grupo de apóstoles tan variaditos como mediocres? Y es que lo único que nos hace exclusivos y de un valor incalculable es que Dios mismo dio su vida por ti y por mí. Y eso es absolutamente increíble. Y por eso tu vida y la mía importan.
Cualquier otro fundamento de nuestra valía nos convierte en personas excluyentes, pero igualmente grave es que aquel que excluye a otros, por lógica, se está autoexcluyendo, se está apartando de donde la vida va sucediendo. Y por eso, nos podemos preguntar: ¿no será que la Iglesia no solo es excluida en algunos contextos sino que, además, asume una serie de actitudes y gestos y protocolos y lenguajes y ritos... con los que se autoexcluye de la vida real del ciudadano de a pie?
Estas cuestiones no son sencillas pero son las que te dejo para afrontar la nueva isla. ¡Ojo no te dejes tentar sintiéndote uno más de la isla! Has de recorrerla y salir cuanto antes porque la sensación de "estar hecho de otra pasta" es muy peligrosa.
Mucho ánimo y... Euntes Antonio Explorer
