Etapa 4: Isla "CIELO"

04.03.2021

Comunicado 4 para el "Explorador 20"

Querid@ amig@:

Hoy en la barca de Celemín te invito a mirar al precioso cielo que aparece sobre ti... ¿no es maravilloso? Muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia de la humanidad se han visto seducidos al contemplar el firmamento.

De hecho, el nombre de Dios en algunas culturas de Oriente Medio era "El" quien habitaba en el cielo. Así, en la Biblia, Dios aparece con el nombre "El" en plural majestuoso (Elohim) para indicar que Dios es el Altísimo, el Poderoso por excelencia... y siempre habitando en el cielo. De hecho, cuando queremos quejarnos y alabar a Dios, miramos o hacemos un signo a los cielos. ¿Verdad?

Pues bien, me temo que a veces hemos mirado tanto al cielo que se nos ha olvidado mirar a la tierra, a los que tenemos cerca, a la realidad cotidiana, a la propia carne... y en todo esto también es posible ver la huella del Dios creador.

Es como si en ocasiones se nos hubiera olvidado que Dios quiso hacerse tan cercano que optó por hacerse uno de nosotros: ¿acaso no nos acordamos qué celebramos el 25 de marzo y, como consecuencia, 9 meses después? Si María queda embarazada el 25 de marzo y Jesús - Dios verdadero, pero hombre verdadero también- empieza a ser gestado ese día en el vientre materno... ¿qué día celebramos su nacimiento? Así es: el 25 de diciembre.

Y si Dios quiere hacerse carne será porque no considera malo al ser humano (de hecho, Dios mismo lo crea como culmen de la creación). Y, por tanto, las emociones, los deseos, la fiesta, el ocio, el coeficiente de irracionalidad que todos tenemos, las tentaciones que sufrimos, las lágrimas, carcajadas, la sexualidad, el cuerpo... ¡todo esto es maravilloso! ¡Magnífico!


Entonces... ¿por qué parece que para estar más cercano a Dios hemos de negar dimensiones humanas tan propias? Obviamente hemos de seguir madurando a todos los niveles- físico, psíquico, social, espiritual- pero teniendo en cuenta que somos una unidad. Vamos, que ya está superado el filósofo Platón para quien lo verdaderamente importante es el alma que solo por un accidente lamentable cayó en un cuerpo que es tan solo una "cárcel".

Y no está superado por otros filósofos cristianos únicamente. Está superado por el mismo hecho de que Dios quiso hacerse uno como nosotros. Jesús lloró, comió, bebió, afrontó sus tentaciones, amó, se enfadó, fue herido, fue asesinado... y resucitó en cuerpo y alma... ¡no a trozos!


Estimado amig@ explorador/a, es el momento de afrontar la tentación de esta isla de creer que solo quienes ponen los ojos en blanco mirando al cielo, solo quienes hacen cursos de mindfulness, solo quienes controlan sus pasiones o ayunan continuamente... están cerca de Dios. Cientos de cristianos están metidos en el "barro" de la vida, de los barrios, de las selvas, de las aulas, de los hospitales, de las fábricas, de sus hogares sacando adelante a sus hijos cambiándoles los pañales... ¿estos no están cerca de Dios? ¿No será que Dios siempre es, siempre está y que nosotros en Él nos movemos, somos y existimos? ¿No será que quizás la cuestión está en vivir y disfrutar con consciencia esta Presencia continua que nos empuja a cimentar nuestra existencia en el amor?


Por tanto, ¡ojo! Cuando veas los chicos y las chicas tan guapas de esta isla, ¡no salgas corriendo como si fueran demonios! ¡Son gente guapísima por las cuales puedes dar gracias a Dios! Pero no te olvides de los que somos un poco más feos (o incómodos a la mirada). Cuando te reciban en la isla con jamón ibérico, refrescos de jugos tropicales, hamacas, flores... ¡ten cuidado! Puede que no sean tentaciones, sino dones de Dios.

Tan solo escucha a tu corazón y sé sincero contigo mismo: las tentaciones te atarán y te llevarán a mirarte al propio ombligo; el agradecimiento a los dones de Dios te hace más generoso. En definitiva, un buen pastel de chocolate o unas sábanas limpias en un colchón viscolástico no tiene por qué ser una tentación. ¿Sabrás cuándo lo es? He aquí tu misión en esta isla denominada "cielo".

Mucho ánimo y... EUNTES. Antonio Explorer

Reflexión

Fernando Arriero nos recuerda la diferencia entre espiritualidad y espiritualismo, así como la diferencia que hizo san Pablo entre vivir según la carne (sarx) y vivir según el espíritu (pneuma). Escuchemos atentos, no sea que vayamos a meter la pata creyendo que vivir según la carne significa rechazar la dimensión corporal o emocional de nuestra vida.

Propuesta orante

Paso 1. Buscamos un lugar tranquilo e intentamos serenarnos... respiramos hondo para poder sentir nuestra respiración... y hacernos conscientes de la Presencia de Dios en nuestra vida, aquí y ahora.

Paso 2. Antes de comenzar la oración de hoy te proponemos que hagas uno de estos gestos:

  • Andá a la cocina y comé algo que te guste
    Ponete colonia 
    Encendé  un poco de incienso

  • Ponete crema en las manos

  • Busca una postura cómoda

  • Poné una música de fondo que te encante

Paso 3. Agradece a Dios por tu cuerpo, repasando poco a poco las diferentes partes y termina con una sensación conjunta y coordinada del mismo.

Paso 4. Oramos con este texto (Himno de Laudes)

Te atisba el alma en el ciclón de estrellas, tumulto y sinfonía de los cielos; y, a zaga del arcano de la vida, perfora el caos y sojuzga el tiempo, y da contigo, Padre de las causas, Motor primero.

Mas el frío conturba en los abismos, y en los días de Dios amaga el vértigo. ¡Y un fuego vivo necesita el alma y un asidero!

Hombre quisiste hacerme, no desnuda inmaterialidad de pensamiento. Soy una encarnación diminutiva; el arte, resplandor que toma cuerpo: la palabra es la carne de la idea: ¡encarnación es todo el universo!

¡Y el que puso esta ley en nuestra nada hizo carne su verbo! Así: tangible, humano,
fraterno. 

Ungir tus pies, que buscan mi camino, sentir tus manos en mis ojos ciegos, hundirme, como Juan, en tu regazo, y -Judas sin traición- darte mi beso. 

Carne soy, y de carne te quiero. ¡Caridad que viniste a mi indigencia, qué bien sabes hablar en mi dialecto! Así, sufriente, corporal, amigo, ¡cómo te entiendo!
¡Dulce locura de misericordia: los dos de carne y hueso! 

Paso 5. Contemplamos la danza de estas religiosas del monasterio de Suesa (Cantabria, Orden Trinitaria) y si nos vemos con posibilidad de seguir alguno de sus movimientos, ¡adelante!

Lectura Espiritual

Mensaje del Papa para la Cuaresma 2021 (2ª parte)

La esperanza como "agua viva" que nos permite continuar nuestro camino

La samaritana, a quien Jesús pide que le dé de beber junto al pozo, no comprende cuando Él le dice que podría ofrecerle un «agua viva» (Jn 4,10). Al principio, naturalmente, ella piensa en el agua material, mientras que Jesús se refiere al Espíritu Santo, aquel que Él dará en abundancia en el Misterio pascual y que infunde en nosotros la esperanza que no defrauda. Al anunciar su pasión y muerte Jesús ya anuncia la esperanza, cuando dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20,19). Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha abierto de par en par. Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que crucifica al Amor. Significa saciarnos del perdón del Padre en su Corazón abierto.

En el actual contexto de preocupación en el que vivimos y en el que todo parece frágil e incierto, hablar de esperanza podría parecer una provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación, mientras que nosotros a menudo la maltratamos (cf. Carta enc. Laudato si', 32-33;43-44). Es esperanza en la reconciliación, a la que san Pablo nos exhorta con pasión: «Os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20). Al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón: al haberlo acogido nosotros, podemos ofrecerlo, siendo capaces de vivir un diálogo atento y adoptando un comportamiento que conforte a quien se encuentra herido. El perdón de Dios, también mediante nuestras palabras y gestos, permite vivir una Pascua de fraternidad.

En la Cuaresma, estemos más atentos a «decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan», en lugar de «palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian» (Carta enc. Fratelli tutti [FT], 223). A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser «una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia» (ibíd., 224).


En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.


Vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el que Dios "hace nuevas todas las cosas" (cf. Ap 21,1-6). Significa recibir la esperanza de Cristo que entrega su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, "dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza" (cf. 1 P 3,15).

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