Isla "Vigilancia": Conscientes del poder tentador

En primer lugar, gracias por haber dicho que sí a esta misión. El Santo Padre está realmente preocupado ante esta Cuaresma: ¿cómo poder vivir con hondura las próximas fiestas de la Pascua cuando en nuestra sociedad todo parece gris? De hecho, muchos son los que consideran que la Iglesia vive en estado permanente de Cuaresma, en el sentido de estar dando vueltas una y otra vez al pecado, a los propios límites, a la tristeza... Vamos, demasiada cara de "limón podrido".

Pero, por otro lado, es necesario mirar a los ojos a los peligros que acechan al corazón y tomar consciencia de que la tentación existe y que en nosotros hay cierta tendencia a bajar los brazos en lo que al crecimiento integral se refiere.

La vida no es sencilla, pero la vida es bella; la vida tiene tintes cuaresmales, pero la Pascua ya se vive cada día. 

La vida no es de color de rosa y el tentador busca combatirnos - como nos recuerda Ignacio de Loyola - por nuestro flanco más débil. 

Por eso, el principal error al vivir la Cuaresma es creer que solo con nuestras fuerzas podremos seguir adelante porque somos capaces de controlar cualquier situación; creer que solo con nuestra perspicacia podremos derrotar cualquier embestida del tentador. 

En definitiva, ningunear o querer ocultar los demonios que llevamos dentro o que viven cerca de nosotros es la manera perfecta de vivir una Cuaresma mediocre y, por tanto, una Pascua sin vida.

Sin embargo, querido "Explorador 20", el Santo Padre desea ir más allá. Él bien sabe que el tentador no solo arremete contra cada individuo, sino que desea echar abajo instituciones como, por ejemplo, la Iglesia. 

Por eso, desde el Vaticano se desea entrenar a una persona por cada continente para que se convierta en un profeta en su Iglesia local y, así, poder denunciar con misericordia y anunciar la Buena Nueva con alegría y libertad.

En ti recayó la elección y es el momento de ponerse en marcha. Las instrucciones son sencillas: maleta ligera y aeropuerto más cercano para viajar hasta las Islas Cuaresmales, que es un archipiélago de 20 islas en las que hallarás una tentación diferente en cada una de ellas. 

Llegarás al aeropuerto de la Isla Vigilancia. Sin duda alguna, la vigilancia es la clave para salir vencedores de esta misión: estemos atentos a lo que ocurre a nuestro interior y a nuestro alrededor, sin ingenuidad, pero con la confianza de sabernos siempre en manos de Dios. ¡Vigilancia es el corazón de las Islas Cuaresmales!

¿Conseguirás llegar hasta la isla 20? Tienes hasta la víspera del Domingo de Ramos. Y es que tras la procesión de Ramos, el Santo Padre quiere reunirse contigo para charlar y comprobar cómo te ha ido la experiencia.

Mientras leías esta carta ya he podido llegar hasta tu portal. Si miras por la ventana allí estoy yo, el agente del Vaticano que estará pendiente de ti. 

Me puedes llamar "Antonio Explorer" (debo mi nombre al buen san Antonio, que tuvo que superar grandes tentaciones). Vamos, salí de tu casa, que vamos justos de tiempo y el avión sale en apenas unas horas. 

¡Poco equipaje, pero gran ánimo en el corazón! ¡EUNTES!*

Antonio Explorer

*PD. Nuestra despedida y contraseña en las comunicaciones será ¡EUNTES! ("vayan" en latín).

Propuesta orante

Paso 1.Busca un lugar tranquilo y si puedes encender una vela cerca de ti, mucho mejor.

Paso 2.Toma consciencia de este tiempo de presencia de Dios. Una de estas canciones puede ayudarte:

Paso 3. Escucha el siguiente texto (Mt 26, 36-46).

Quizás te resulte un poco extraño acercarse en el inicio de esta aventura al texto de Getsemaní, en el que Jesús ha de afrontar una gran tentación: ¿seguir hasta el final sabiendo que le capturarían o huir? Sus amigos le acompañan en este momento pero se quedan dormidos y eso que Jesús les ha avisado "Velen y oren para no caer en tentación". Es bueno, ya de entrada, saber que en estas islas tendremos que afrontar grandes decisiones desde el corazón.

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Paso 4. Para reflexionar

¿En qué momento te encuentras, ahora que inicias "Cuaresma Challenge"?

a) La verdad es que no sé muy bien por qué he empezado este desafío. Me invitaron y lo empecé por probar, por no decir que no.

b) Tengo muchas ganas de vivir esta Cuaresma con consciencia y sentido.

c) Creo que el Señor me espera en la Pascua de este año, por eso deseo preparar bien mi corazón.

d) Vengo con el peso de la vida, incluso de la culpa. Necesito de la misericordia de Dios y descansar en él.

e) Llevo un tiempo frío con estas cosas de la fe. Ojalá este Challenge me ayude a revivirla, a actualizarla.

f) Quiero dejarme encontrar por Dios incluso en mis tentaciones. Sospecho que en medio de las tentaciones y de las caídas, el Señor me quiere encontrar.

g) Otra situación: ..........................................

Paso 5. Oración final

Jesús de Nazaret, tú fuiste llevado al desierto por el Espíritu, tú sabes bien lo que son las tentaciones, tú permaneciste firme en la confianza en tu Padre Dios, tú dialogaste con el tentador y venciste.

Jesús, amigo en el camino, yo me encuentro en ocasiones en un desierto agotador, las tentaciones se acercan a mí de manera sigilosa... ¡y siempre son las mismas! Deseo permanecer fiel a los valores del evangelio, fiel a Ti, mi buen amigo. Ayúdame a no escandalizarme de las tentaciones pero tampoco a vivir en una ingenuidad aséptica.

Jesús, Señor de la Vida, la buena fama, el aplauso, el reconocimiento, el dinero, el placer, el poder, la seguridad... me atraen. Pero en este tiempo de tentaciones quiero pedirte que seas Tú quien atraiga mi mente, mi corazón, mis sentidos.

Jesús, deseo vivir a tu lado este itinerario cuaresmal para, así, seguirte de cerca en tu Pasión, y resucitar contigo para la comunión para siempre. Amén.

Una película para este tiempo

"El guerrero pacífico"