Celebración EN CASA del 12º domingo DA

19.06.2021

INTRODUCCIÓN A LAS LECTURAS

Primera Lectura: Job 38, 1. 8-11

Los antiguos consideraban que las tempestades del mar eran un símbolo de una fuerza que nadie podía dominar. Y los que han estado expuestos a un maremoto darán testimonio del espanto que despierta en el hombre. Con todo, las Escrituras nos enseñan que Dios es dueño y amo de todo, también de tu debilidad y las fuerzas del mal que parece nadie puede vencer. Dios tiene siempre la primera y la última palabra.

Segunda Lectura: 2 Cor 5, 14-17

También esta lectura quiere invitarnos a que nos fijemos en Dios que nos ama. Muchas veces experimentamos que, a pesar de nuestros buenos propósitos, ofendemos a Dios y hacemos sufrir a los demás. Esta lectura quiere hacernos conocer más profundamente el amor de Cristo que ha muerto por nosotros. Permitamos que sea nuestro compañero de camino de vida y veremos como él vencerá el pecado y el vicio. Seremos renovados.

Evangelio: Mc 4, 35-41

Muchas veces somos pesimistas, tenemos miedo ante nuestras debilidades y también ante los que se burlan de nuestra postura cristiana porque pensamos frecuentemente que Dios está lejos. La fe en la presencia del Señor nos dará esperanza y también la valentía de anunciar a los demás que Cristo siempre está presente y que es el Señor de nuestra historia y de la del mundo.

REFLEXIONEMOS LOS PADRES

Dios quiere sostenerse en medio de tus angustias, problemas y sufrimientos. Dios quiere que vivas confiado en su Providencia porque El lo dirige todo para bien. Por eso es necesario pedir perdón a Dios porque nuestros miedos y preocupaciones frecuentemente demuestran que nos olvidamos de que Cristo está cerca de nosotros. Él no se merece nuestras dudas. Jesucristo se ha entregado por nosotros. Sin embargo buscamos muchas veces nuestra seguridad en el tener, en el poder, en el placer. Precisamente para ayudarnos en nuestra debilidad nos ha dado la Iglesia para que sea signo de su presencia entre nosotros y, a pesar de ello, muchas veces no creemos en su amor. Nos ahogamos frecuentemente en nuestros problemas como si estuviéramos solos y abandonados. Pero Cristo está siempre cerca para protegernos y salvarnos. ¿Cómo crecer en la fe? Pidiéndolo a Jesús.

REFLEXIONEMOS CON LOS HIJOS

Dios está cerca

Una leyenda cuenta que dos monjes leyeron en un libro muy antiguo que existía un lugar donde se tocan el cielo y la tierra decidieron no descansar hasta encontrar el lugar. Pidieron permiso a su superior y se pusieron en camino. Pasaron muchos peligros, tenían que resistir muchos tentaciones de desviarse del camino, de descansar en lugar de avanzar.

Un día llegaron a la puerta detrás de la cuál sabían se encontraba el lugar prometido. Tocaron la puerta. Abrieron.... y vieron.... que era su propia casa de dónde habían salido.

No huyas de tu vida.

Hay muchas cosas que nos causan dificultades, tristezas y sufrimientos. Vamos a hacer una lista de las cosas que nos hacen sufrir y las escribiremos en un papel.

A veces hasta quisiéramos cambiar de vida, de familia, de colegio, de carácter, de personalidad, de cuerpo porque nos parece que así encontraremos la felicidad. Quisiéramos huir.

La voluntad de Dios

Dios nos ha entregado a su propio Hijo. Porque quiso salvarnos. Todo lo hace Dios por amor aunque a veces parezca que no está ocupándose de nosotros. 

Como en el Evangelio a veces puede suceder que sufrimos tempestades en nuestras vidas y Jesús parece que está durmiendo y no se preocupa por nosotros. Vamos a enumerar un poco las tempestades y sufrimientos de nuestra vida pasada... Muchas veces parecía que no había solución o alivio. ¿Qué pasó? Tratemos de discernir y descubrir como Jesús lo ha dirigido para bien. De esta manera nos ayudamos mutuamente a tener los ojos de la fe bien abiertos y ver cómo la Providencia divina todo lo lleva bien adelante. De esta manera Jesús no necesita decirnos: "¡Hombres de poca fe!"

 ORACIÓN DE LA COMUNIDAD

 Padre, gritamos en nuestra angustia y confiamos en ser escuchados, las olas se alzan a lo alto, llévanos a tiempo de bonanza. Repetimos: -Sálvanos, Señor. 

1.- Por el Papa Francisco, para que conduzca la barca de la Iglesia a buen puerto. Oremos.

2.- Por las familias y matrimonios cristianos, para que el Señor calme las tempestades que se generan en la vida diaria. Oremos.

3.- Por quienes dudan o vacilan en su fe, para que sepan que Jesús está con ellos en medio de sus dificultades. Oremos.

4.- Por nosotros  y por todos los cristianos del mundo, para que seamos valientes y no tengamos que escuchar de los labios de Cristo: "¿Por qué son tan cobardes? ¿Aún no tienen fe?". Oremos.

5.- Por nuestra comunidad parroquial, para que sea una comunidad viva y evangelizadora. Oremos.

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